viernes, 1 de abril de 2011

Bestezuelas interiores





















Cuando alzó la vista, descubrió que el monstruo
que tenía dentro estaba pintado sobre la pared.
No quiso verse reflejado en aquel esbozo tosco
pero una música sutil transformó sus miedos en anhelos
y su pecho comenzó a palpitar acompasando su dolor
hasta que sus ojos se nublaron de lágrimas densas y saladas.

1 comentario:

  1. que paz verse los montruos en el espejo... y que miedo los monstruos que no puedes ver.. =)

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