Hasta que, a finales de los años 90, se reformara la Plaza de Oriente de Madrid,
allí se podía ver de vez en cuando a una señora que daba de comer a los pájaros.
Una mujer muy humilde y solitaria que se rodeaba de aves como única compañía.
Una dama que en sus tiempos de juventud había sido modelo de alta costura
llegando a desfilar con prendas de Balenciaga.
Algunos diccionarios de sueños dicen que dar de comer a los pájaros
predice una vida familiar feliz y llena de goces afectivos...
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